sábado, 13 de agosto de 2016

FELIZMENTE HIPOCRITA

El positivismo, una palabra que tintinea en mi oído a diario...Ser positivo, 
andar con una sonrisa y hacer que en tu vida todo está bien.
¿Por qué no darse esa licencia de sentir que todo va mal, de llorar y gritar cuando te sientes angustiado? al final de cuentas siempre te dirán que debes de actuar con pensamientos optimistas, mientras te ahogas con las preocupaciones por dentro, mientras sigas sintiendo que estás en un laberinto sin salida y que todo se ve oscuro. ¿Por qué ocultar nuestros sentimientos? ¿Por qué ser hipócrita y no sincero? 
Hoy me siento así, con muchas ganas de llorar, sentir que el mundo se me viene encima y ya no soy la hijita de mami que puede ocultarse o sentirse protegida y dejar la preocupación a los adultos, porque soy una de ellos. Eso me hace pensar que si hubiera sabido la responsabilidad que significa crecer, no lo hubiese querido hacer y estaría contenta disfrutando de mi niñez, ser alocada y no dar explicaciones a nadie, porque tan sólo era una niña. Pero ya está, soy adulta y afronto mis problemas con tesón y como una mujer de armas tomar que soy... Pero entonces me doy cuenta que llego al mismo punto donde empecé y realmente tengo mis minutos de lucidez y soy una persona positiva, aunque a veces quiero arrojarme de un abismo, y termino siendo hipocritamente feliz....

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