El fuego y el agua, como el agua y el aceite
¿Cómo dos elementos tan diferentes, pueden ser tan similares a la vez? entregan
la misma templanza y las ansias de hundirnos en sus movimientos.
Son como un amor imposible, no logran estar
juntos, el agua apaga al fuego y el fuego enciende al agua.
Podría estar noches enteras componiendo melodías
en torno a ambos y fijar mi vista, contener mi respiración en sus vaivenes, de
perderme en la pasión del fuego o en la frescura del agua. Pero en
cualquier momento el fuego me puede quemar y el agua me puede ahogar.
Ansío ir al mar y en la tranquilidad de un
atardecer, observar sus olas chocando con las rocas.
Tengo la fascinación de una noche de frío, sentir
el calor del fuego y ver su llama encender.
Sus sensaciones me estremecen, sus dos extremos me
acarician y caigo como un bebé, sintiendo sus emanaciones de calor, de frío, de
frescura y sensualidad.
Dos tan contrarios, pero iguales a la ves, dos que
en mi cuerpo hacen un sólo placer...
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